Aditivos Alimentarios: ¿Buenos para la Salud?
Los aditivos alimentarios son sustancias que se añaden a los alimentos con un propósito técnico específico, y que se clasifican dependiendo de la función que realizan cuando se añaden a los alimentos, como por ejemplo, conservantes, estabilizantes, antiaglomerantes, o los gases del envasado. Sólo se consideran aditivos las sustancias que normalmente no se consumen como alimento en sí mismo ni se utilizan como ingredientes característicos.
Con el aumento del empleo del procesado de alimentos en nuestra cadena alimentaria desde el siglo XIX, el número de aditivos en uso se ha ido incrementando. Los aditivos pueden ser naturales, idénticos a los naturales o artificiales. Todos los aditivos alimentarios empleados en el procesamiento de alimentos deben estar aprobados por el organismo regulador nacional encargado de la seguridad alimentaria en cada país.
Los Alimentos Procesados Dependen de los Aditivos
Cuando los alimentos son procesados no sólo pierden valiosos nutrientes y fibras, sino también pierden la textura, variación natural y sus sabores. Después del procesamiento, lo que realmente queda es un alimento sin sabor, que para la mayoría de las personas sería poco apetecible.
En ese punto, los fabricantes de alimentos deben nuevamente añadir nutrientes, sabor, color y textura a los alimentos procesados con el fin de hacerlos apetecibles, he allí como se convierten en aditivos alimentarios. Por lo general, los aditivos son añadidos para:
Retardar el deterioro
Evitar que las grasas y aceites se hagan rancios o que desarrollen un sabor desagradable
Evitar que las frutas cortadas que pongan de color marrón
Fortificar o enriquecer los alimentos con vitaminas y minerales sintéticos (que se pierden durante el procesamiento)
Mejorar el sabor, la textura y la apariencia
Debemos tomar en cuenta que los alimentos procesados contienen aditivos y una de las desventajas principales se encuentra el cambio en la composición nutricional que sufren al dejar de ser un producto fresco y natural. Sobre todo, muchos productos sufren la pérdida de fibra alimentaria que sabemos es importante que se presente en nuestra dieta, otros pierden contenido acuoso por lo tanto aumentan su densidad calórica.
Asimismo, muchos de estos alimentos sobre todo los productos enlatados, en conserva, sufren una pérdida de minerales como el potasio, magnesio y calcio así como de algunas vitaminas, mientras que se añade unja gran cantidad de sodio, mineral que en exceso suele perjudicar al organismo.
Por otro lado, las comidas preelaboradas que encontramos en el mercado pueden contener además de mucho sodio, agregado de azúcar y grasas al producto y presentes en mayores cantidades que si elaboramos con nuestras propias manos dicha comida.
Gracias por leernos....